Bella Unión, 11 de febrero de 2017
Hoy de mañana, al salir al frente de mi casa, en Bella Unión, me encontré con una curiosa sorpresa. Un casal de patos sirirí cara blanca (Dendrocygna viduata). Fui por mi cámara, y al volver, la sorpresa se volvió doblemente curiosa, cuando debajo de la panza de mamá pato salieron 8 pichones.
Estuvieron un rato recorriendo el jardín de mi casa, un poco descolocados tal vez, y presos de la curiosidad de los gatos de mi casa, que no entendían qué pasaba, y que ya se afilaban para un suculento e inusual desayuno.
Gracias a la ayuda del guardaparques Alejandro Mendoza y a mi vecino Julio acompañado de su hijo Alexis, decidimos embarcarnos con los pichones en una caja y liberarlos en un lugar más propicio, en el área protegida Rincón de Franquía.
El instinto paternal a flor de piel de este casal de patos hizo que nos siguieran durante dos kilómetros y pudimos liberarlos en un humedal del área protegida.
Es indescriptible la satisfacción de haber presenciado el reencuentro de los padres con sus crías. Al final de este relato el video del mágico encuentro.
La pregunta del millón… ¿cómo llegaron los patos al frente de mi casa y desde dónde? Se aceptan hipótesis…
2 Comments
Juan Antonio
mayo 30, 2018 en 10:52 amFelicitaciones, que buena actitud ha tenido, si todos actuaramos así, sería otro este mundo.
editor
mayo 30, 2018 en 6:28 pmGracias por el comentario Juan Antonio. Estamos de acuerdo, todos deberíamos ser así de proactivos en el cuidado del medio ambiente.